viernes, 27 de mayo de 2011

Rumbo a nuestro Nínive

Lectura: Jonás 4:9-119 Entonces dijo Dios a Jonás: ¿Tanto te enojas por la calabacera? Y él respondió: Mucho me enojo, hasta la muerte.10 Y dijo Jehová: Tuviste tú lástima de la calabacera, en la cual no trabajaste, ni tú la hiciste crecer; que en espacio de una noche nació, y en espacio de otra noche pereció.11 ¿Y no tendré yo piedad de Nínive, aquella gran ciudad donde hay más de ciento veinte mil personas que no saben discernir entre su mano derecha y su mano izquierda, y muchos animales?

Meditación: Muchas veces tomamos la actitud de Jonás ante la calabacera que se secó. Sentimos tristeza ante la pérdida de bendiciones traídas por Dios y nos quejamos sin haber sido los que han hecho que nacieran en nuestra vida.

Dios quiere enseñarnos algo con esto. Quiere que entendamos que él también se entristece cuando ve al mundo secarse al estar lejos de Él. Que su corazón se conmueve viendo cómo cada día mueren personas sin haber querido conocerlo.

El Señor quiere poner este sentimiento en nosotros también, quiere que sintamos el peso en nuestros corazones de ir y anunciar su evangelio a cada lengua y nación, de que vayamos rumbo a nuestro Nínive y prediquemos las buenas nuevas de salvación.

Oración: Dios, gracias por tu amor inmenso que nos acompaña día tras día y por tu cuidado especial con nosotros, te queremos pedir que pongas en nosotros el deseo que hay en ti de alcanzar a los perdidos y que día a día nos movamos en esa dirección. En el nombre del Señor Jesucristo. Amén

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hay personas que se cruzan en nuestro camino, para ilusionarnos; otras para bendecirnos y animarnos a ser mejor.
Este blog, fue creado para bendecir, por eso no dejes de escribir o cargar lo que antes escribiste jaja!! Recuerda siempre que hay personas que piensan en ti, para bendición, aunque no sean las que esperabas.